Las desigualdades se hacen más notables en tiempos de coronavirus

Personal sanitario realizando un test del covid-19

Así de injusta es la vida, tanto en la rutina del día a día como en el deporte, en los trabajos, la forma de vivir de cada persona o incluso en las enfermedades, y es que como dicen el refrán, siempre ‘muere’ el que menos se lo merece, aunque eso de merecer nunca me ha gustado mencionarlo. Esta vez, el enfado es mayor, y es que mientras miles de personas han muerto en España por falta de pruebas por el Covid, a los futbolistas les van a hacer entregas de varios test.

Todo, para complacer tanto a La Liga como a la Federación, que su principal interés es que las competiciones se reanuden lo antes posible, y así perder los menores ingresos. Además, esta medida la quieren llevar a cabo en contra de la voluntad de los deportistas, que ya han hecho saber a las distintas organizaciones su descontento al tener que atravesar por esta situación, pues sin duda alguna serán ellos los que se expongan a contagiarse sin ninguna necesidad.

Para que esto se lleve a cabo, han tomado la decisión de hacer test a los deportistas sin importar la situación por la que esté atravesando la demás población en España, que no es nada buena (los fallecidos no paran de crecer, al igual que los contagiados, y muchos de los que se han ido ha sido por culpa de no poder coger a tiempo el virus por la falta de estos malditos test).

Sin lugar a dudas, una situación que ha indignado a muchos. Sabemos que son personajes famosos, y que la vida obliga a que se les trate mejor que a los demás (una injusticia sin precedentes), pero es que lo que no podemos entender es que se les haga a ellos, que están en perfecto estado de salud, y que a los que verdaderamente están enfermos les dejen en una cama de hospital como si no pasara nada. ¿De verdad es necesario proteger a los sanos, o intentar que los enfermos no decaigan? ¿En serio es este uno de los países que, según la OMS, estaba llevando el mejor seguimiento del virus? Sólo espero que, desde que esta pesadilla acabe, la población sea capaz de mirar atrás y vea esta desastrosa gestión, tanto en la cultura, como en el gobierno, el deporte y otros muchos ámbitos.